Cuando el bichito de la fotografía nocturna te pica, lo hace a conciencia y quedas irremediablemente atrapado en su red, castillos iluminados por linternas bajo un manto de estrellas, casas de diferentes estilos que llevan mas de 30 años deshabitadas y en ruinas y de repente muestran sus ventanas cálidamente iluminadas, estaciones y apeaderos en los que ya no se detiene ningún tren pero que de un modo inexplicable vuelven a la vida para atraer a un pasajero solitario, iglesias y ermitas que muestran sus claustros antorchados a unos imaginarios monjes, viejas glorias del motor que surcaron en otro tiempo nuestras carreteras y que han quedado olvidadas en el fondo de una parcela y que una noche cualquiera resucitan de un modo casi paranormal gracias a la iluminación aportada por un aficionado a la fotografía, es en ese momento cuando caes completamente hechizado y quieres encontrar esos lugares para aprender a realizar tus propias fotografías.
Desde este momento comienza un largo camino lleno de interrogantes, ¿Con qué? Pues te compras (iluso de ti) un par de linternitas, (vendrán muchas más) … ¿cómo? buscas información sobre técnicas fotográficas nocturnas, aprendes a manejar los parámetros de larga exposición de manera autodidacta o asistiendo a talleres sobre esta temática, y por último solo queda encontrar el ¿Dónde?... ¡Ay amigo!... es en este momento cuando te das cuenta que la información en este sentido prácticamente brilla por su ausencia, buscas en internet, en las redes sociales, pero inexplicablemente casi nadie desvela las localizaciones y no existe ningún mapa del tesoro que marque el lugar con una X enorme, salvo por un par de webs donde tienen catalogados lugares específicos para practicar esta disciplina fotográfica, como www.subexpuesta.com lugares estos muy genéricos y archiconocidos donde todos nos bautizamos en la fotografía nocturna, pero que si tu radio de acción no es muy amplio pronto se te quedarán cortos y el veneno de la fotografía nocturna sigue circulando por tus venas provocándote ese “mono” difícil de saciar.
El asunto de las localizaciones es muy recurrente y controvertido en las redes sociales donde publicamos nuestras fotografías, existe una corriente que demanda que esos lugares sean compartidos públicamente a modo de bien común para todos los aficionados, sobre el papel esto es muy bonito, pero completamente utópico en la sociedad en la que vivimos y desaconsejable por varias razones.
-.La primera de ellas es la propiedad ajena, actualmente en todo el territorio nacional cualquier porción de suelo que pisemos pertenece a alguna entidad, pública o privada, esto hay que tenerlo en cuenta, por lo que si no disponemos de los permisos oportunos y aun así nos introducimos en una propiedad privada para tomar una fotografía, estaremos cometiendo un delito de allanamiento, confieso que me he visto en esta situación en más de una ocasión, pero es una responsabilidad que asumo de una manera completamente personal y siempre adoptando una postura de absoluto respeto hacia el lugar visitado limitándome a realizar la fotografía planificada y abandonar el lugar sin dejar apenas rastro de mi paso.
-.La segunda de las razones que hace desaconsejable divulgar una localización de carácter privado es por puro sentido común, por lo general estos lugares llevan deshabitados muchos años y en estado de ruina progresiva, por lo que el riesgo de sufrir un accidente es elevado, caídas a la misma o diferentes alturas, derrumbes, pozos ocultos, elementos punzantes etc, tal y como comentaba en el punto anterior, son riesgos que asumo de un modo totalmente personal.
-. La tercera razón por la que deberemos preservar en la medida de lo posible el anonimato de estos lugares es básicamente para evitar la visita de individuos que poco o nada tienen que ver con la afición de la fotografía, los amigos de lo ajeno, carroñeros de la chatarra o simplemente vándalos que encuentran divertido destruir por puro placer o embadurnarlo todo de grafitis de nulo sentido artístico. Si ya hablamos de una localización que marque un vehículo, el riesgo de ser desmantelado en lo que tarda en santiguarse un loco crece exponencialmente, para claro ejemplo los famosísimos coches de Quero, un santuario para los fotógrafos nocturnos y que hace poco menos de un año fueron totalmente destruidos.
-. La cuarta de las razones (totalmente opcional por supuesto) es claramente por puro “ego”, no lo voy a negar, al fin y al cabo, existe un arduo trabajo de búsqueda, localización, planificación y ejecución hasta que se puede realizar la fotografía final, lo que conlleva no poco tiempo delante del ordenador, desplazamientos (en ocasiones hasta tres y cuatro visitas al lugar para poder realizar la fotografía que tienes planificada), solicitud de permisos de ser posible, etc.
Siento desilusionarte si pensabas que iba a compartir contigo, amigo lector, todas las localizaciones que tengo catalogadas, no es así, pero si la fotografía nocturna te ha provocado esa sana obsesión de la que hablaba al principio, como a mí, sí te voy a contar los métodos que suelo utilizar y las ayudas que encontrarás en Internet para que puedas realizar tú mismo tus búsquedas, y por supuesto, disfrutes tanto de este proceso tan enriquecedor como de la realización de tus fotografías.
Una herramienta indispensable y que cae por su propio peso es el archiconocido visor satélite Google Maps, con su base cartográfica, en él podrás encontrar marcado casi cualquier elemento arquitectónico de carácter histórico/cultural de acceso público, ermitas, iglesias, castillos, fortines, antiguas estaciones y apeaderos, implementando la información a través de su otra herramienta Street View, que te permitirá ver a pie de calle las inmediaciones del lugar seleccionado, siempre y cuando el coche de Google haya registrado imágenes del lugar.
Existen páginas especializadas en las que se encuentran catalogadas la mayoría de edificaciones históricas de todo el territorio nacional, como por ejemplo www.listarojapatrimonio.org, web creada para y catalogar públicamente todos los elementos del Patrimonio Cultural Español en riesgo de desaparición y de este modo lograr que las administraciones públicas realicen las obras de consolidación y restauración, el inventariado de todos los lugares lo tienen estructurado por tipología, comunidades autónomas y provincias, cada elemento catalogado cuenta con una pequeña galería fotográfica, coordenadas GPS, descripción del acceso y estado en el que se encuentra, muy útil para localizar y catalogar nuestras localizaciones.
Muy similares a ésta última tenemos www.castillosdelolvido.com y la Asociación Española de Amigos de los Castillos con su web www.castillosdeespaña.es o www.arteguias.com especializada en arte románico español, entre otras.
Encontraremos también información (aunque normalmente ésta se encuentra muy entre líneas o en los comentarios de los lectores) en webs y blogs especializados en Exploración Urbana (Urbex, acrónimo inglés de Urban Exploration), este tipo de afición se caracteriza en la visita y registro fotográfico de lugares deshabitados y abandonados de toda índole, fábricas, casas, palacios, haciendas, etc. como ejemplo os dejo los links de www.abandonedspain.com o www.lugaresabandonados.es, por lo general y al igual que un servidor, sus administradores y propietarios suelen ser tremendamente celosos de las localizaciones y profundamente respetuosos con sus visitas, por lo que no recibiréis más información que la que ellos quieran publicar.
Por último, solo me queda hablarte de la localización de esas cotizadísimas joyas oxidadas de dos o más ruedas.
Para ellos no contarás con webs especializadas que te indiquen su localización, ni siquiera con ayudas como los catálogos de patrimonios, únicamente contarás con tu paciencia en Google Maps, sectorizando zonas, arrastrando cuadrante a cuadrante el ratón, escudriñando las imágenes satélite y marcando posibles objetivos.
Como consejo y por experiencia propia, estos vehículos olvidados por sus dueños suelen localizarse en parcelas de terreno en los alrededores de los pueblos o ciudades, apartados de los núcleos urbanos, es en estas zonas donde suelo intensificar la búsqueda, aunque en ocasiones también he podido encontrar vehículos abandonados en mitad del campo, en el fondo de una vaguada o junto a un árbol en medio de un terreno de cultivo.
Desde la vista satélite de Google Maps podemos distinguir los vehículos estacionados en cualquier lugar, pero hay ocasiones que lo que nos parece un vehículo abandonado no lo es tanto y cuando nos desplazamos para realizar un estudio sobre el terreno nos encontramos que ahí no hay nada, se esfumó, con la consiguiente decepción, por esto mismo y para evitar en lo posible desplazamientos innecesarios realizo la misma búsqueda en otros visores satélite.
Principalmente suelo utilizar el Visor Sigpac, un catálogo de orto fotografías en base cartográfica para finalidades agropecuarias, que al disponer de cierto desfase cronológico con respecto a Google Maps (SigPac tiene las imágenes menos actualizadas que Google), podremos comparar la existencia y permanencia de un elemento como un vehículo en diferentes periodos de tiempo, por lo que si en ninguno de los dos visores el elemento ha sufrido variación alguna, la probabilidad de que lo encontremos cuando nos desplacemos al lugar es relativamente alta y podamos, finalmente, realizar nuestra foto nocturna.
Espero sinceramente que este artículo te haya servido de orientación y consejo para comenzar a realizar tu propio catálogo de localizaciones, como comprobarás resulta entretenido y complementario a la afición de la fotografía nocturna, además de obtener información adicional de los lugares que pretendes visitar… ¿Qué Noble habitó ese castillo?... ¿Qué orden religiosa oraba en aquel monasterio?... ¿Qué alma en pena aun deambula en esa casa?...
Y por supuesto, extrema en todo momento las precauciones para evitar accidentes innecesarios, sé discreto y respetuoso, no olvides que no es tu casa, ni tu coche, ni tu castillo, ¡¡caballero andante!!
Noctogramas - César DLT
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